Es tan fácil condenarnos.
Hemos pasado por un periodo de búsqueda y filtrado opciones de empleo y cuando llegamos a ese trabajo que tanto deseamos empezamos a volvernos aprensivos y que no somos lo suficientemente buenos para él. Podemos creer que nuestras experiencias y nuestra calificación académica no se alinea con los requisitos del trabajo. Pero esto no debe disuadirte.
En lugar de sentirte culpable por haber sido el elegido para el trabajo soñado, mira hacia adentro y date cuenta de que realmente tienes cosas muy poderosas que ofrecerle a tu nuevo lugar de trabajo:
1. Eres apasionado
Si eres alguien que está muy entusiasmado con cada nuevo proyecto, incluso cuando no eres la persona perfecta para ejecutarlo, aún así traes una gran cantidad de energía para ver que el trabajo se ha completado correctamente. Lo que te energiza no es la simple naturaleza de tu trabajo, sino que te apasiona el ser retado en un nuevo entorno de trabajo. Tu pasión y tu ética de trabajo se convertirá en una característica tuya y dará energía a tu lugar de trabajo. Nunca subestimes tu pasión ya que es algo que a cada empleador le gusta ver.
2. Tienes integridad
Los empleadores aman la credibilidad. Tu reputación, si es sólida, puede ayudarte a que te eleves por encima de controversias y a ganar un excelente reconocimiento. Puede que no seas la persona más talentosa en el lugar de trabajo, pero cuando lo que haces es consistente con los más altos estándares éticos, estate seguro de que generarás una gran impresión en tu empleador y en tus compañeros de trabajo.
3. Eres valiente
Estás dispuesto a probar cosas nuevas. Tu audacia significa que estás dispuesto a aceptar nuevos retos y tomar riesgos, incluso cuando hay un alto grado de incertidumbre y una fuerte posibilidad de fracaso. Puedes hablar y decir lo que piensas y sientes que funcionará incluso en una situación difícil. Los empleadores tienden a admirar a los hombres y mujeres que pueden decir lo que piensan.
4. Eres competente
Pueden confiarte trabajo y estás decidido a no decepcionar a tu jefe. Eres confiable y puedes priorizar tareas. Eres capaz de separar lo relevante de lo irrelevante y luego centrarte en lo que hay que hacer. Tal fiabilidad hace que atraigas a la responsabilidad, y es algo de lo que debes estar orgulloso.
5. Eres agradable
Las personas con personalidades cálidas son siempre más populares y eficaces en el lugar de trabajo. Pueden colaborar y conectarse con otros, haciendo que los proyectos de equipo sean un éxito. A los empleadores les encanta cuando un empleado puede ser tolerante, cooperativo y amistoso. Tal actitud demuestra que están dispuestos a ser parte de un equipo y parte de una familia de trabajo. Ser simpático crea una atmósfera positiva y una sensación de tranquilidad en el lugar de trabajo, trae alegría y satisfacción en el trabajo.
6. Tienes la fuerza de voluntad para hacer que las cosas funcionen
Definitivamente habrá retos en el lugar de trabajo y las cosas podrían ponerse llena de obstáculos. Sin embargo, tienes la fuerza interior y la fuerza de voluntad para seguir en el frente a la adversidad y perseverar en contra de las probabilidad que están en tu contra. Tu fuerza de voluntad te ayudará a mantener la calma cuando haya una crisis inevitable durante las operaciones del día a día en la empresa.